Autor/es: Manuel Toledo Castillo, Veterinario de producción Y Jose Manuel Pinto Carrasco, Ingeniero agrónomo. Juan Jiménez García S.A.U.

En esta serie de artículos, en los cuales se abordaran los aspectos más importantes en la producción de porcino y dentro de estos, los indicadores productivos que tienen mayor influencia. En esta serie de artículos se trataran todos los temas (nulíparas, eficiencia reproductiva, productiva, destete y cebo).

1.  NULIPARAS: PUNTOS CLAVES PARA OPTIMIZAR LA PRODUCTIVIDAD

Las nulíparas son la clave para no solo para la mejora del estatus sanitario de la granja, a la vez que son la base de la evolución genética (algo esperado), y con ello,  debe venir aparejado un aumento del potencial productivo de la granja. Este grupo de cerdas son el motor de la granja: cuando mejor sean ellas, mejor será la producción de la explotación.

1.1.   PUNTOS CLAVE DE LA PRODUCTIVIDAD

Mantener constante el flujo de lechones por semana o banda (tabla 1), ya que esto determina el flujo de caja de la explotación.

Destetar animales de calidad, entendida esta como la capacidad de los lechones de alcanzar su máximo potencial de desarrollo

No superar el 50% de reposición, no solo por el incremento de coste de los lechones para amortizar la cerda, sino por los peores resultados que tienen los lechones de primerizas en las fases de destete y cebo (debido a su menor calidad inmunológica)

 

Tabla 1: Peso de cada uno de los parámetros para alcanzar un flujo constante de lechones destetados por semana o banda

 

 

  

Por lo tanto, el número de cerdas cubiertas es el parámetro más influyente para mantener constante la producción. Para conseguir que este parámetro sea el adecuado, debemos de disponer de la cantidad de nulíparas adecuado para mantener constante el número de cubriciones.

Para saber la cantidad de primalas que debemos de cubrir en cada banda (semana) hacemos uso de la siguiente ecuación (NC):

 

            NC = (censo medio expl x % de reposición) / (365 días año/ 7 días/banda)

Ejemplo: en una explotación de 2.200 cerdas con una reposición del 50% será necesario cubrir:

 

           NC = (2.200 x 50/100) / (365 días año/ 7 días/banda) = 21 primalas a la semana

 

De esta forma, es necesario que cada semana se cubran 21 primalas para mantener el objetivo de cubriciones semanales constantes y la estructura censal de la explotación.

Es fundamental tener muy claro el objetivo de cubriciones de nulíparas y debe ser de obligado cumplimiento, ya que, como hemos visto, es uno de los factores identificados con mayor peso en los lechones destetados por cerda y año

 

1.2. OTROS PUNTOS CLAVE DE LA PRODUCTIVIDAD

Longevidad de la cerda y su productividad a lo largo de su vida, expresada en lechones destetados, o en kg de carne producidos durante su permanencia en la explotación (lechones destetados por cerda a la baja o kg de carne destetada por cerda a la baja).

El peso óptimo, y más rentable, en el momento de la primera cubrición. Esto determinará la productividad de la reproductora.

Es necesario hacer una monitorización del desarrollo y manejo de la alimentación hasta la primera cubrición, y hacer un buen desarrollo de protocolos de cubrición específicos para este tipo de animales.

Hay que tener claros los objetivos productivos que deben de alcanzar las nulíparas una vez dentro del núcleo reproductor, para detectar las desviaciones y corregirlas.

Seleccionar las nulíparas con el mayor potencial productivo, y mostrar especial atención a los índices de selección.

Es necesario monitorizar la evolución de los índices genéticos de las primalas para asegurarnos la mejora productiva de las explotaciones. Cuando se hace una distribución de las frecuencias de los distintos índices (Gráfica 1), la campana debe estar centrada o desplazada a la derecha. Cuando hay una desviación hacia la izquierda, la evolución genética es inferior a lo esperado.

 

Gráfica 1: Distribución de frecuencias

1.3. ACLIMATIZACION ADAPTACIÓN EN GRANJA

En cuanto al desarrollo de las futuras reproductoras, estas deben de crecer (ganancia media diaria -GMD-) entre 600 y 800 gramos desde el nacimiento a la primera cubrición (gráfica 2).

Deben alcanzar la pubertad (primer celo) a los 180 días de edad, para que podamos cubrir a las cerdas al segundo o tercer celo a los 220-240 días de vida.

Deben disponer de espacio suficiente en la zona de recría. En la fase final de crecimiento este debe ser como mínimo de 1.4 m2 por animal, para favorecer su salida al celo y evitar problemas locomotores.

Dependiendo de la granja, debemos establecer un protocolo vacunal, que debe ser el apropiado para nuestra explotación (protocolos individualizados por granja). Todas las nulíparas deben terminar el protocolo de vacunación 21 días antes de entrar en cubrición.

Debemos realizar una adaptación al box de, al menos, 21 días. De esta forma, la producción de los tres primeros ciclos se optimiza.

 

Tabla 2: Protocolo de climatización sanitaria de nulíparas

 

 

 Gráfica 2: Importancia de la GMD en nulíparas en la fase de crecimiento (Patterson et al. 2000)

 


2. MANEJO DE LA CUBRICIÓN

En el éxito de obtener una correcta cubrición influyen una serie de factores críticos. Estos se pueden englobar en dos grandes grupos: los factores claves los ligados al semen y los ligados a la cerda

En cuanto a los factores ligados a la cerda (esquema 1):

El consumo de pienso en lactación (bajos consumos no solo influirán en el número de óvulos y en la supervivencia embrionaria, sino también, en tener un elevado intervalo destete - cubrición)

Es necesario suministrar niveles altos de alimentación en los días que la cerda este entre el destete y la cubrición, para asegurarnos que sigue la recuperación de carnes ya iniciada en la fase de lactación.

Recelar con verracos hermanados para incrementar el estímulo y acelerar la salida a celo.

Protocolo de cubriciones correcto, la ovulación es en el último tercio del comienzo del celo, y por lo tanto hay que cubrir a la cerda mientras manifieste reflejo de inmovilidad a verraco.

No realizar un número de cubriciones excesivo, ya que si cubrimos las cerdas cuando están finalizado el celo, tendremos problemas de descargas (cerdas sucias). En caso de que esto suceda es necesario cambiar el protocolo de recela y cubrición.

La formación del personal es un elemento clave: los empleados bien formados son una garantía de éxito.

Lo ideal es realizar dos recelas al día; pero si no se hace bien, al menos la recela de la mañana debe ser realiza con tiempo y de calidad.

Los mejores resultados se obtienen cubriendo a la cerda 24 horas antes de la ovulación (gráfica 3). Las cubriciones demasiado tempranas o demasiado tardías, tienden a generar mayor número de repeticiones y menor prolificidad (tienen peores resultados)

 

Esquema 1. Causa de anoestro en nulíparas con ovarios cíclicos

 

Gráfica 3. Momento óptimo de la cubrición, con respecto al momento de la ovulación.

 

3. MANEJO ALIMENTACIÓN EN EL PRIMER TERCIO DE GESTACION DE PRIMERIZAS

El manejo de la alimentación es un factor no solo técnico sino económico. Es necesario que la primeriza alcance los 190 kg (unos 40 kg en el periodo de gestación) para que se pueda enfrentar a la primera lactación de muchos lechones con garantías de superarla. Por lo tanto, daremos en el primer tercio una cantidad más elevada de pienso que en la mitad de la gestación, y si al final de la gestación el estado de carnes de la cerda es correcto, no incrementaremos el pienso consumido. Altos niveles al final de la gestación no incrementa el tamaño de los lechones, este incremento está más ligado al tamaño y riego de la placenta y esto ocurre en el primer tercio de gestación.

 

 

Gráfica 4: Niveles de alimentación en el primer tercio de gestación (Hoving et al., 2010).

4. TASA DE RETENCION DE CERDAS

Entendemos como tasa de retención el porcentaje de nulíparas que llegan al tercer parto respecto de las cerdas que entraron en la explotación. Nuestro objetivo, sería llegar al 75%, es decir, no perder más de un 25%. En muchas ocasiones nos encontramos con explotaciones que con esfuerzo consiguen llegar a una tasa de retención del 60% (gráfica 5): la granja marcada con una línea azul sigue los procedimientos de eliminación establecidos, siendo el mayor número cerdas eliminadas por edad, mientras que la granja en rojo, sufre muchas eliminaciones no voluntarias en los primeros ciclos. En estas ocasiones hay que verificar todos los protocolos de aclimatación y adaptación de las nulíparas a la granja (gráfica 6)

 

 

 

Gráfica 5: Tasa de retención de dos granjas.

 

 

Cuadro 6. Causas frecuentes de eliminación de las reproductoras

 

5. CONCLUSIONES

Necesitamos tener la cantidad suficiente de nulíparas en espera de cubrición en granja para poder mantener estable el número de cubriciones por banda, y a su vez, también tener constante el número de lechones por semana. Si el periodo de adaptación en granja es de unos 60 días, esta cantidad será aproximadamente un 8% del censo de la granja.

Las nulíparas tienen que tener una aclimatación sanitaria adecuada y un buen protocolo vacunal para introducirlas en la granja lo más sanas posibles, y a la vez, inmunológicamente activas.

El inventario de nulíparas, debe ser el apropiado para disponer de las necesarias para cada banda, si tenemos una adaptación de unos 60 días, debe ser un 8% del censo mensual

Hay que tener especial cuidado en cuanto al programa de alimentación y el control del crecimiento de las nulíparas. Este deber ser entre los 600 y 800 gramos de ganancia media diaria entre el nacimiento y la primera cubrición.

El manejo reproductivo, tiene una gran importancia ya que la principal causa de eliminación de cerda de la granjas, es debida a poca eficiencia reproductiva,

La segunda causa de eliminación son las cojeras y las camadas poco numerosas, por eso es necesario hacer un buen manejo de la alimentación en el periodo de crecimiento y disponer de densidades mínimas de 1,3 m2 por cerda.

Un buen desarrollo y manejo adecuado de la nulípara contribuye de manera notable a incrementar la vida productiva del animal en la granja, y por lo tanto, a no incrementar la tasa de reposición.