El agua, es el elemento más importante en la producción de leche, a nivel fisiológico en el organismo de la vaca solamente después del oxígeno. Es el nutriente más importante para mantener la vida y el desempeño de los animales.
El agua tiene un papel esencial en una gran cantidad de funciones vitales como la digestión, el transporte de nutrientes, la excreción de desechos y la regulación de la temperatura. Se considera siempre al elaborar una dieta que los animales siempre tienen acceso a agua en forma abundante y de buena calidad, y no siempre se le da la debida importancia. Comentaremos algunos aspectos de interés y relevancia en la fisiología del ganado lechero, su consumo y calidad.
Empecemos con la interrogante ¿Cuáles son las funciones esenciales del agua? El agua actúa como solvente en muchos sistemas biológicos diferentes. El alimento que es consumido, se mezcla con el agua y esto permite a las secreciones digestivas, que son solubles en ella, transformar el alimento en productos que pueden ser absorbidos y utilizados por el animal. Forma parte del caldo de cultivo ruminal, sustrato donde se da el proceso fermentativo bacteriano. Se emplea como medio de transporte de materiales en el cuerpo, a través de la sangre u otros fluidos corporales hacia el tejido donde se necesite. También tiene que ver con el transporte de desechos que deben ser eliminados a través de la orina o del tracto digestivo.
En otro sentido, absorbe una gran cantidad de calor cuando se evapora, lo que permite al animal utilizarla para mantenimiento apropiado del balance de iones y fluidos en el cuerpo y con la provisión de un ambiente líquido para el feto en desarrollo. Representa entre 56 a 81% del peso corporal de vacas lecheras en edad adulta. El estado fisiológico y la composición corporal del animal afectan el contenido de agua corporal. Así por ejemplo, vacas en lactación temprana poseen mayor peso corporal como agua (69%) que aquellas en lactación tardía (62.4%) y al final de la gestación (64.7%). Vacas gordas poseen menor contenido de agua que las lactantes con un peso adecuado y los animales jóvenes presentan mayor contenido de agua que los adultos.
El agua que se encuentra en el tracto digestivo representa entre el 15 y el 35% del peso corporal. En vacas en lactación temprana, cerca del 15% del peso corporal se encuentra como agua gastrointestinal mientras que en vacas al final de la lactancia o en gestación, alrededor de un 10%.
¿De dónde se obtiene el agua? El animal puede obtener agua a partir de diferentes fuentes, la de bebida es la más común. Sin embargo, cantidades variables de agua “libre” se encuentran también en el alimento que los animales consumen y contabilizan por una porción significativa del agua total consumida. El agua libre no está ligada químicamente al alimento. El contenido de humedad en los alimentos es sumamente variable. Los granos, henos y otros contienen entre 9 y 13%. El ensilado de maíz es un ejemplo que contiene altas cantidades de agua (entre 65 y 85%). De esta manera, un animal que consume 10 kg de ensilado por día, obtendrá entre 6.5 a 8.5 litros. Otra fuente es el agua metabólica, que se define como aquella que está químicamente ligada al alimento y es liberada cuando los nutrientes son degradados por los procesos digestivos (especialmente oxidación) que ocurren en las células del cuerpo. La cantidad de agua proveniente de éstas, puede satisfacer los requerimientos de algunas especies animales, pero para el ganado de leche se considera insignificante con respecto a las otras. Por lo tanto aspectos prácticos, la suma del agua de bebida y la que se encuentra en los alimentos representa el consumo total.
Por otro lado ¿Cómo se pierde el agua? Una pérdida de 20% del agua corporal total es fatal, lo que puede ocurrir en un número de formas diferentes: a través de la orina, heces, pulmones, superficie de la piel y en la leche. Es importante recordar que la leche contiene aproximadamente 87% de agua. La secreción a través de la leche en vacas produciendo 33 kg/día, oscilaron entre 26 a 34% del total de agua consumida, según el Consejo Nacional de Investigación de los EUA (NRC o National Research Council), quién elabora las tablas de requerimientos nutricionales. Otros investigadores encontraron que la excreción de agua en orina pueden oscilar entre un 15 y 21%. La proporción en la orina varía considerablemente y está positivamente relacionada con la cantidad de agua disponible, la absorbida en el tracto intestinal, el nivel de proteína cruda, minerales y forraje en la dieta y está negativamente relacionada con el contenido de materia seca (MS) de la dieta.
Las pérdidas en las heces son también muy variables y dependen de factores como la ingesta de materia seca, su digestibilidad y el nivel de forraje. Por ejemplo, cuando el ganado consume forrajes suculentos altos en humedad producen heces con mayor contenido de agua. Las pérdidas de agua en heces son similares a aquellas en leche (30-35% del consumo de agua total). Las pérdidas de agua por evaporación (pulmones y piel) se incrementan considerablemente en ambientes calientes como la Comarca Lagunera, ya que son necesarias para mantener la temperatura corporal. La combinación de pérdidas de agua en saliva, sudor y evaporación representan cerca de 18%.
¿Cuáles son los requerimientos de una vaca alta productora en un ambiente cálido? Tomando en consideración esta información, debe entenderse que el ganado requiere grandes cantidades de agua diariamente y cuando se le reduce su consumo, la ingesta de alimento y el desempeño productivo se verán también reducidos, especialmente en vacas altas productoras. Existen muchos factores que influyen sobre los requerimientos y el consumo de agua en ganado de leche, entre ellos destacan, el estado fisiológico, cantidad de leche producida, consumo de alimento, tamaño corporal, nivel y tipo de actividad física; factores ambientales como temperatura y movimiento del aire; y calidad y composición de la dieta, entre otros. Diversos estudios indican que del 70 al 97% del total del agua ingerida por vacas lactantes proviene del agua de bebida. El contenido de MS de la dieta es uno de los mayores factores que afectan el consumo de agua total. Dietas altas en sal, bicarbonato de sodio o proteína parecen estimular su consumo.
Autor/es: Arturo Sánchez Mejorada