La alimentación durante la etapa de lactación es la más importante del hato de cría por la alta demanda de nutrimentos para la producción de leche y el problema de bajo consumo de alimento en zonas con temperaturas ambientales mayores a los 25º grados centígrados, el alimento debe darse a libre voluntad.

 

El consumo de alimentos es directamente proporcional al consumo de agua. En la medida que no dispongamos de la calidad y cantidad de agua suficiente se limitará el consumo de materia seca (de los alimentos) y se puede dañar seriamente la salud de los animales. En cualquiera de los casos se afectará la producción de carne o leche. De ahí que es imprescindible conocer que calidad y cantidad de agua tenemos para definir diferentes estrategias, incluso, las características del sistema productivo (cría, engorde o leche) a implementar con ese tipo de agua.

 

Las gallinas ponedoras actuales tienen un altísimo potencial genético para producir huevos y si reciben condiciones ambientales, sanidad y nutrición adecuadas pueden mantenerse sobre 90% de postura por un largo período del ciclo productivo. Las condiciones del mercado junto con las características de comercialización de cada país son las que van a determinar la conveniencia económica de producir huevos de cierta calidad externa e interna.

Al momento del destete los lechones son sometidos a diversos traumas que afectaran el desempeño posterior principalmente debido a un bajo consumo de alimentos.

Estos cambios pueden ser resumidos de la siguiente manera:

En una tendencia mundial el subsector del huevo de mesa está trabajando fuertemente en mejorar todos los aspectos relacionados con la calidad del huevo, en aspectos tales como: sanidad e inocuidad, trazabilidad, tiempo de vida útil, limpieza, empaque, calidad interna (unidades Haugh, pigmentación) y calidad de cáscara (color, resistencia); estos son aspectos que la industria quiere fortalecer por su relación directa con las exigencias del consumidor.

 

 En cada una de las fases que componen la cadena de la producción es necesario disponer de los indicadores que hagan que cada una de las fases sea eficiente, es lógico pensar que cada una de las fases tiene unos pesos específicos diferentes, en el coste final, pero  sin duda es más eficiente aquellas pirámides que son eficientes en todas sus fases. Dotando  a cada uno de los indicadores la ponderación económica pertinente, lo cual permite conocer desviaciones y puntos críticos de actuación.